Blog

6 Tipos de cimientos para edificios

Los cimientos son una parte fundamental en la construcción de edificios, ya que proporcionan la base sólida sobre la cual se apoya la estructura. Hay varios tipos de cimientos que se pueden utilizar en función de las características del terreno y del tipo de edificio que se va a construir. Aquí hay algunos ejemplos:

Tipos de cimientos para edificios
  1. Cimientos corridos: Este tipo de cimiento consiste en una zanja excavada en el terreno y rellenada con hormigón armado. Se utiliza en edificios de poca altura y en suelos resistentes.
  2. Zapatas aisladas: Estos cimientos se utilizan para estructuras de cargas puntuales, como postes o columnas. Consisten en una losa de hormigón armado que se coloca debajo de cada columna.
  3. Zapatas corridas: Son similares a las zapatas aisladas, pero se utilizan para cargas más distribuidas, como las de muros de carga.
  4. Pilotes: Se utilizan en suelos blandos o con capacidad de carga limitada. Consisten en columnas de hormigón o acero que se introducen en el terreno hasta alcanzar una capa resistente del suelo.
  5. Losas de cimentación: Son cimientos planos de gran superficie que se utilizan en edificios de gran altura o en terrenos con capacidad de carga limitada.
  6. Plateas de cimentación: Son cimientos planos que se extienden sobre toda la superficie del edificio y que se utilizan en terrenos con alta capacidad de carga.

Tipos de cimientos para edificios

Cimientos corridos

Los cimientos corridos son uno de los tipos de cimentación más utilizados en la construcción de edificios y estructuras de poca altura. Consisten en una zanja excavada en el terreno y rellenada con hormigón armado. La profundidad de la zanja depende de la carga que deba soportar la estructura y de las características del suelo.

Este tipo de cimiento se utiliza principalmente en terrenos resistentes, en los que no se requiere la utilización de pilotes u otros tipos de cimentación más complejos. Los cimientos corridos son económicos y fáciles de construir, lo que los hace muy populares en la construcción de viviendas y pequeños edificios.

La construcción de los cimientos corridos se realiza en varias fases. En primer lugar, se realiza la excavación de la zanja, que debe tener una profundidad suficiente para garantizar que el cimiento se apoye en una capa de suelo resistente. A continuación, se coloca una capa de hormigón en el fondo de la zanja, que servirá como base para el resto del cimiento.

Después de colocar la capa de hormigón, se colocan las armaduras en la zanja, que se unen mediante soldadura o ataduras. Las armaduras son barras de acero que se utilizan para reforzar el hormigón y garantizar que el cimiento sea resistente y duradero. Finalmente, se vierte el hormigón en la zanja y se alisa la superficie con una llana para garantizar que el cimiento quede nivelado.

Los cimientos corridos tienen algunas ventajas y desventajas que se deben tener en cuenta. Por un lado, son económicos y fáciles de construir, lo que los hace muy populares en la construcción de viviendas y pequeños edificios. Sin embargo, no son adecuados para terrenos blandos o inestables, ya que no proporcionan suficiente soporte. Además, si el suelo es muy arcilloso, puede producirse asentamiento diferencial, lo que puede afectar a la estructura del edificio.

En conclusión, los cimientos corridos son una buena opción para construcciones de poca altura en terrenos resistentes y estables. Es importante realizar un estudio previo del terreno para determinar si este tipo de cimentación es adecuado y, en caso contrario, utilizar otros tipos de cimentación más adecuados para las características del suelo.

Zapatas aisladas

Las zapatas aisladas son uno de los tipos de cimentación más utilizados en la construcción de edificios y estructuras de carga puntual, como postes o columnas. Consisten en una losa de hormigón armado que se coloca debajo de cada columna o poste, proporcionando una base sólida y resistente para soportar la carga.

Este tipo de cimentación se utiliza en terrenos resistentes y estables, en los que no se requiere una cimentación profunda y compleja. Las zapatas aisladas son económicas y fáciles de construir, lo que las hace muy populares en la construcción de pequeñas estructuras como viviendas, garajes y pequeños edificios comerciales.

La construcción de las zapatas aisladas se realiza en varias fases. En primer lugar, se realiza la excavación de un agujero en el terreno en el que se colocará la zapata. A continuación, se coloca una capa de hormigón en el fondo del agujero y se coloca la armadura de acero que se utilizará para reforzar la zapata. Después de colocar la armadura, se vierte el hormigón en el agujero y se alisa la superficie con una llana para garantizar que la zapata quede nivelada.

Las zapatas aisladas tienen algunas ventajas y desventajas que se deben tener en cuenta. Por un lado, son económicas y fáciles de construir, lo que las hace muy populares en la construcción de pequeñas estructuras. Además, son adecuadas para terrenos resistentes y estables en los que no se requiere una cimentación profunda y compleja. Sin embargo, no son adecuadas para estructuras con cargas distribuidas, ya que no proporcionan una base sólida para soportar estas cargas.

En conclusión, las zapatas aisladas son una buena opción para construcciones de carga puntual en terrenos resistentes y estables. Es importante realizar un estudio previo del terreno para determinar si este tipo de cimentación es adecuado y, en caso contrario, utilizar otros tipos de cimentación más adecuados para las características del suelo y la estructura a construir.

Zapatas corridas

Las zapatas corridas son uno de los tipos de cimentación más utilizados en la construcción de edificios y estructuras de carga distribuida. Consisten en una losa de hormigón armado que se extiende a lo largo de la longitud del muro o estructura a soportar, proporcionando una base sólida y resistente para soportar la carga.

Este tipo de cimentación se utiliza en terrenos resistentes y estables en los que se requiere una cimentación profunda y compleja. Las zapatas corridas son económicas y fáciles de construir, lo que las hace muy populares en la construcción de viviendas, edificios comerciales y estructuras industriales.

La construcción de las zapatas corridas se realiza en varias fases. En primer lugar, se realiza la excavación de una zanja en el terreno a lo largo de la longitud del muro o estructura a soportar. A continuación, se coloca una capa de hormigón en el fondo de la zanja y se coloca la armadura de acero que se utilizará para reforzar la zapata. Después de colocar la armadura, se vierte el hormigón en la zanja y se alisa la superficie con una llana para garantizar que la zapata quede nivelada.

Las zapatas corridas tienen algunas ventajas y desventajas que se deben tener en cuenta. Por un lado, son económicas y fáciles de construir, lo que las hace muy populares en la construcción de viviendas, edificios comerciales y estructuras industriales. Además, son adecuadas para terrenos resistentes y estables en los que se requiere una cimentación profunda y compleja. Sin embargo, pueden requerir un mayor tiempo de construcción y un mayor costo en comparación con otros tipos de cimentación.

En conclusión, las zapatas corridas son una buena opción para construcciones de carga distribuida en terrenos resistentes y estables en los que se requiere una cimentación profunda y compleja. Es importante realizar un estudio previo del terreno para determinar si este tipo de cimentación es adecuado y, en caso contrario, utilizar otros tipos de cimentación más adecuados para las características del suelo y la estructura a construir.

Pilotes

Los pilotes son elementos estructurales de cimentación profunda que se utilizan para soportar grandes cargas y transmitirlas al suelo subyacente. Consisten en columnas de material resistente, como hormigón armado, acero o madera, que se colocan en el terreno mediante excavación, perforación o hincado.

Los pilotes se utilizan en terrenos con poca capacidad portante o en los que se requiere una cimentación profunda para soportar grandes cargas. También se utilizan en terrenos con agua subterránea alta o en áreas con suelos expansivos o blandos.

Existen varios tipos de pilotes, entre los que se incluyen los pilotes de fricción, los pilotes de punta, los pilotes de pantalla y los pilotes de hélice continua. Los pilotes de fricción se utilizan para soportar cargas por fricción lateral en el terreno. Los pilotes de punta se utilizan para soportar cargas mediante la resistencia del suelo en la punta del pilote. Los pilotes de pantalla se utilizan para evitar el deslizamiento del terreno y para soportar cargas laterales. Los pilotes de hélice continua se utilizan para suelos blandos y se insertan mediante una máquina que gira el pilote mientras lo introduce en el terreno.

La construcción de pilotes es un proceso complejo y requiere un estudio previo del terreno. La elección del tipo de pilote dependerá de las características del suelo y de la carga que se deba soportar. La instalación de los pilotes se lleva a cabo mediante equipos especializados y puede requerir la eliminación de agua subterránea o la instalación de lodos de bentonita para mantener la estabilidad del terreno.

En conclusión, los pilotes son una opción adecuada para la cimentación de estructuras que requieren una gran capacidad de carga o que se encuentran en terrenos con poca capacidad portante. Es importante llevar a cabo un estudio previo del terreno y elegir el tipo de pilote más adecuado para las características del suelo y de la estructura a construir.

Losas de cimentación

Las losas de cimentación son un tipo de cimentación superficial que se utiliza para construir edificios y estructuras de carga distribuida. Consisten en una losa de hormigón armado que se coloca directamente sobre el terreno y se extiende a lo largo de la superficie de la estructura a soportar.

Las losas de cimentación se utilizan en terrenos estables y resistentes y son adecuadas para la construcción de viviendas, edificios comerciales y estructuras industriales. Este tipo de cimentación es especialmente adecuado para suelos con baja capacidad portante y suelos arcillosos, ya que la losa distribuye la carga uniformemente sobre una gran área del suelo.

La construcción de las losas de cimentación se realiza en varias fases. En primer lugar, se realiza la excavación del terreno y se coloca una capa de grava o piedra triturada para mejorar la estabilidad del suelo. A continuación, se coloca la armadura de acero que se utilizará para reforzar la losa. Después de colocar la armadura, se vierte el hormigón en la superficie del terreno y se alisa con una llana para garantizar que la losa quede nivelada.

Las losas de cimentación tienen algunas ventajas y desventajas que se deben tener en cuenta. Por un lado, son económicas y fáciles de construir, lo que las hace muy populares en la construcción de viviendas, edificios comerciales y estructuras industriales. Además, son adecuadas para terrenos estables y resistentes y pueden soportar cargas distribuidas de manera uniforme. Sin embargo, pueden ser inadecuadas para terrenos inestables o con alta humedad, ya que la losa puede sufrir movimientos y agrietamientos.

En conclusión, las losas de cimentación son una buena opción para construcciones de carga distribuida en terrenos estables y resistentes. Es importante realizar un estudio previo del terreno para determinar si este tipo de cimentación es adecuado y, en caso contrario, utilizar otros tipos de cimentación más adecuados para las características del suelo y la estructura a construir.

Plateas de cimentación

Las plateas de cimentación son un tipo de cimentación superficial que se utiliza para construir edificios y estructuras de carga distribuida. Consisten en una losa de hormigón armado que se extiende sobre toda la superficie de la estructura a soportar y se apoya directamente sobre el terreno.

Las plateas de cimentación se utilizan en terrenos estables y resistentes y son adecuadas para la construcción de viviendas, edificios comerciales y estructuras industriales. Este tipo de cimentación es especialmente adecuado para suelos con baja capacidad portante y suelos arcillosos, ya que la platea distribuye la carga uniformemente sobre una gran área del suelo.

La construcción de las plateas de cimentación se realiza en varias fases. En primer lugar, se realiza la excavación del terreno y se coloca una capa de grava o piedra triturada para mejorar la estabilidad del suelo. A continuación, se coloca la armadura de acero que se utilizará para reforzar la platea. Después de colocar la armadura, se vierte el hormigón en la superficie del terreno y se alisa con una llana para garantizar que la platea quede nivelada.

Las plateas de cimentación tienen algunas ventajas y desventajas que se deben tener en cuenta. Por un lado, son económicas y fáciles de construir, lo que las hace muy populares en la construcción de viviendas, edificios comerciales y estructuras industriales. Además, son adecuadas para terrenos estables y resistentes y pueden soportar cargas distribuidas de manera uniforme. Sin embargo, pueden ser inadecuadas para terrenos inestables o con alta humedad, ya que la platea puede sufrir movimientos y agrietamientos.

En conclusión, las plateas de cimentación son una buena opción para construcciones de carga distribuida en terrenos estables y resistentes. Es importante realizar un estudio previo del terreno para determinar si este tipo de cimentación es adecuado y, en caso contrario, utilizar otros tipos de cimentación más adecuados para las características del suelo y la estructura a construir.

Tabla de contenidos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *