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La nave espacial Vega, el más pequeño de los cohetes que opera Europa, ha despegado con éxito ayer a las 11:00 (hora española) desde el Centro Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana francesa.

cohete vega

En su interior, el lanzador de 30 metros de altura y 137 toneladas de peso transporta nueve satélites científicos, entre ellos el español Xatcobeo, desarrollado por la Universidad de Vigo.

El Vega ha transformado el sueño de algunos hace nueve años en un vehículo espacial», ha señalado el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Jean-Jacques Dordain, ante periodistas, científicos y representantes de la industria aeroespacial horas antes del «vuelo de calificación».

El ex-astronauta ha recordado que nada está garantizado en un vuelo inaugural, pero aseguró que toda verificación y simulación que se podía hacer se hizo, por lo que se decidió el lanzamiento a partir de los hechos y no de sensaciones.

Nervios antes del despegue

«Hoy sabemos que el Vega es necesario, pero hace nueve años era menos obvio», agregó Dordain sobre un cohete generado en su mayor parte por la Agencia Espacial Italiana pero en el que también participan Francia, Bélgica, España, Suecia y Suiza.

Antes del despegue, entre los científicos e ingenieros desplazados a Kurú se percibían los nervios propios de un vuelo de clasificación en el que pueden producirse sorpresas, mientras helicópteros de las fuerzas de seguridad francesas patrullaban el complejo aeroespacial.

El precedente fatídico más cercano se remonta al 5 de junio de 1996, cuando el primer Ariane 5, operado también por el consorcio aeroespacial europeo Arianespace, explotó en su vuelo inaugural un minuto después de abandonar la plataforma de lanzamiento.

La que actualmente se ha convertido en una de las naves más fiables del mundo, con 46 lanzamientos exitosos seguidos, se hizo pedazos en el aire ante la incrédula mirada de científicos e industriales, que observaron cómo el cohete, de 51 metros de alto y 730 toneladas, y los cuatro satélites científicos que transportaba, se esfumaron convertidos en regueros incandescentes en el cielo.

La misión principal del Vega consiste en verificar que el lanzador, destinado a colocar en el espacio pequeños satélites con una carga de referencia de 1.500 kilos trasladados a 700 kilómetros de altitud, es seguro, fiable y eficaz.

De esa forma, el lanzador entrará a competir en un mercado de entre 30 y 40 satélites que se ajustan a sus capacidades y que anualmente son puestos en órbita.

El Vega completa así la gama de lanzadores europeos y se suma al Ariane 5, para cargas pesadas, y a los rusos Soyuz, que desde el pasado octubre despegan también de Kurú con cargas intermedias 
VEGA ESA

Vía | elmundo.es
Video | youtube

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