El efecto del fuego sobre las estructuras de hormigón, es un problema complejo y parte de esa complejidad se debe a que el mismo es un material compuesto con diversos modos de reacción ante altas temperaturas.
El aspecto del hormigón normal de cemento portland sufre una serie de cambios al ser sometidos a altas temperaturas.
- Entre 300 y 600 º C, tonalidad rosácea, por alteración de los compuestos de hierro. El hormigón pierde hasta 60% de la resistencia inicial a la compresión.
- Hasta 900 ºC, color gris claro. A esas temperaturas se han comenzado a degradar los compuestos del conglomerante endurecido. El hormigón se vuelve poroso y friable. Al enfriarse la superficie de las piezas mientras l interior permanece muy caliente, se producen fisuras que se cortan ortogonalmente (piel de cocodrilo). El hormigón pierde entre el 60 yt el 90 % de la resistencia inicial.
- Por encima de los 900ºC, el hormigón adquiere un tono blancuzco a amarillento. Carece de resistencia residual alguna.
El estudio permitirá, realizar una experiencia pionera en España en relación al desarrollo de nuevos métodos de experimentación científica de la resistencia al fuego de estos nuevos materiales.
Además, se desarrollarán una serie de ensayos complementarios que permitirán la caracterización final del producto.
La investigación está enfocada al desarrollo de hormigones autocompactantes que mantengan intactas sus propiedades en estado fresco de deformabilidad, estabilidad, fluidez, viscosidad y nula segregación, entre otras características.
Así mismo, se pretende que tenga como valor añadido una elevada resistencia al fuego, que permita que sea utilizado en la ejecución de elementos de hormigón armado para diferentes aplicaciones estructurales con una adecuada respuesta en caso de incendios.
La investigación, con una duración prevista de unos 24 meses, será llevada a cabo por un equipo investigador formado por profesores del Grupo GIDAI vinculados directamente al estudio y por especialistas de CANDESA.